Recuerdo con nostalgía el largo verano de unos años atrás pasado a bailar latino americano por la noche, en la pista de esta heladería de Trieste al lado de la orilla del mar: Il Pinguino, un lugar que nunca podré olvidar. Las fotos son tomadas en invierno, cuando está todo cerrado y frío, en el nostálgico recuerdo de un verano que ya no volverá.
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